dissabte, 30 de maig del 2015

AYUNTAMIENTO DE ALCÚDIA, RED ELÉCTRICA, D. Gral. DE INDUSTRIA Y LOS QUE MOLESTAN

AYUNTAMIENTO DE ALCÚDIA, RED ELÉCTRICA, D. Gral. DE INDUSTRIA Y LOS QUE MOLESTAN No estaba previsto. No aparecía ni en las cuentas del Ayuntamiento de Alcúdia, ni en las de Red Eléctrica, ni en las del Director General de la Conselleria de Indústria. Nosotros tampoco hacíamos cuentas. Pero nos enteramos de que un mar de mierda (en forma de cable de alta tensión soterrado no apantallado, con su contaminación electromagnética, atravesando todo el casco urbano del Puerto de Alcúdia) empezó a golpear nuestra torre de marfil. Y descubrimos, a pie de zanja, lo demócratas precarios que somos. Así, en primer lugar, hemos descubierto que la representación política es un mecanismo que persigue la pasividad del ciudadano y su autoexclusión de la política: la política la hacen los políticos profesionales, por tanto hay que neutralizar el tejido social. En este sentido, por ejemplo, toda inquietud de la sociedad civil es reducida por la máxima autoridad del ayuntamiento de Alcúdia a pura rutina administrativa: registros de entrada, plazos, bla, bla, bla... Al ciudadano hay que infantilizarlo, y así, tanto en el hablar de la Alcaldesa como en el de Red Eléctrica, aparecen reiteradamente expresiones como “no está científicamente demostrado” o “es una obra de interés general”. Pero no hay que engañarse: traducidas, ambas expresiones son tanto un cheque en blanco para Red Eléctrica como un “... aquí, el ayuntamiento, ni entra ni sale...”. Además, ambas expresiones persiguen escamotear un diálogo de Red Eléctrica/Ayuntamiento con la sociedad civil acerca de la salud y de cómo organizar el espacio común. En segundo lugar, hemos descubierto que el poder gobierna convirtiendo a la sociedad civil en un objeto de pura gestión administrativa: uno puede ser ciudadano, o consumidor, o trabajador, o turista,... donde cada clasificación reproduce su identidad mediante un rol. Lo que el político profesional no puede entender es que alguien huya de estas designaciones y de estos roles creando una designación nueva propulsado por su capacidad de pensar, de aprender y de indignarse al verse afectados por la mediocridad de los políticos profesionales. Es así, por ejemplo, como la reuníón celebrada en el Ayuntamiento de Alcúdia, diseñada como una clase magistral tanto por la Alcaldesa como por Red Eléctrica, fue convertida por los vecinos (cansados de que se les expropie el debate y la capacidad de decisión) en un interrogatorio donde se puso de manifiesto que: Red Eléctrica no pondrá por escrito que los campos magnéticos son inocuos, que RE no tiene estudio de impacto ambiental en el tramo que discurre por casco urbano; que a pesar de no realizar mediciones de radiación, en cambio sí sabe que "habrá 0'3 microteslas...., puede que 11 microteslas". Y, en fin, donde la mirada desencajada y perdida en el horizonte de la máxima autoridad del ayuntamiento puso de manifiesto su incapacidad de ponerse del lado de los vecinos de Alcúdia y de empatizar con sus preocupaciones. Es decir, cuando el ciudadano se sale de las designaciones y roles construidos por el poder, cuando el ciudadano no está convirtiendo su pasear en un ir de compras y consumir tranquilamente, y cuando no hace de extra sonriente en el decorado en el que han convertido su localidad para deleite del turista, entonces, en ese preciso momento, el ciudadano molesta. Finalmente, hemos descubierto, tras obtener el compromiso de todos los partidos políticos, tanto del Ayuntamiento de Alcúdia como del Consell de Mallorca, de sacar el cable del casco urbano, que el poder político no puede nada. Pero Red Eléctrica sí que puede. Por ejemplo, acceder vía mail al Director General de Indústria y obtener su bendición a todas las peticiones de la empresa. Pero el ciudadano acabará administrativamente agotado en una carrera plagada de obstáculos burocráticos o directamente encajando excusas de mal pagador. El ciudadano jamás conseguirá el proyecto de ejecución de la obra de la linea de alta tensión entre las subestaciones de Sant Martí y de Alcudia de 66Kv, junto al informe técnico del ayuntamiento, junto al informe del departamento de patrimonio del ayuntamiento de Alcúdia, con las alegaciones al trazado, con las respuestas a las alegaciones de la Dirección General de Indústria, con las actas de las reuniones de las comisiones técnicas, ... Uno acaba por preguntarse si existen realmente los hasta 20 documentos solicitados por nuestro abogado al ayuntamiento de Alcúdia y a la Dirección General de Indústria. Uno acaba pensando que nuestros políticos profesionales parecen más unos empleados de Red Eléctrica que empleados de sus ciudadanos a los que hacen sentir pequeños y mezquinos.